lunes, 20 de enero de 2014

Siempre quise restaurar una bicicleta antigua.

Siento pasión desde siempre por las cosas antiguas. Creo que una de las formas de conectar con la vida, es tratar de recuperar y darle utilidad a algo abandonado y que el paso del tiempo le ha quitado esplendor. Poner lo mejor de uno mismo e ir disfrutando de los avances y aprendiendo. 

Me encantan las bicicletas, así que me puse manos a la obra, recurrí a Internet y localicé una bicicleta en Ferrol que desde luego por el aspecto, debía tener muchísimos años. Tras contactar con el vendedor, mi buen amigo Jesús que reside en las cercanías, fue a buscarla y además.........me la regaló (gracias Jesús); 

Y esto es lo que me encontré:

Se trataba de una bicicleta de varillas en la que figuraba lo que a duras penas se podía intuir, como la marca "LAGO".

El primer paso fue fotografiar todas las partes de forma meticulosa, primero y sobretodo para acordarme de como se vuelve a montar y después porque el teléfono es la mejor forma de llevar la "bici" encima a la hora de pedir presupuestos, encontrar piezas, etc...



Muchos de sus componentes son de la marca Orbea que por aquel entonces era de lo que más había. Tenía además un freno de cable, además de los de varillas, supongo que frenaba poco y daba mayor seguridad.

El despiece fue laborioso: tornillos oxidados, piezas casi soldadas por la suciedad, etc..., lo que más me costó fueron dos cosas: sacar el manillar y separar el plato de la biela. Respecto a la primera se solucionó de un martillazo en el tornillo de sujeción, tras acabar mi primo Julio y yo, casi sangrando por las manos de tanto tirar. La segunda, con mucha paciencia y tiempo.

Detalles del estado:

Estado manillar y frenos

Biela Orbea atornillada al plato
Marca "LAGO"


Sillín original
Una vez desmontada, llegue a la conclusión de que las ruedas había que tirarlas, ni compensaba, ni tenía mucho arreglo dado el estado de los bujes y la cantidad de "abollamientos" que tenían. Limpié todas las piezas y comencé con el lijado, dejándome las manos "destrozadas" entre la lija y el taladro. Opté por llevar guardabarros, cuadro y portabultos a una empresa que me los chorreó y lacó por un módico precio de unos 75€ (¡¡¡¡si lo llego a saber.......!!!!).
A partir de ahí, contacté por Internet con una tienda que os recomiendo a todos los amantes de la bicicleta clásica: "Bicicletas Clásicas Leo". Allí están Ana y Daniel, una pareja encantadora que ha hecho de su pasión, una filosofía de vida. En su local, retrocedes muchos años en el mundo de la bicicleta, además de que puedes encontrar casi de todo y si no lo tienen, te lo consiguen (http://www.bicicletasclasicasleo.com/).

Para el montaje, me armé de paciencia, lápiz y papel y fui tomando nota de todo lo que necesitaba. Recurrí también a una tienda local de un amigo, en la que me ayudaron con algunas dudas, ajustes y determinadas piezas. Gracias David (Norbike).


El asiento estaba destrozado y tuve que que sustituirlo, aún así lo guardo y trataré de ponerme con ello más adelante. Entre los numerosos problemas que tuve, lo más complicado fue encontrar la tornillería. Aprendí mucho: tornillos  de rosca "whitworth" (que no son muy comunes en España, pues es una rosca más utilizada actualmente fuera), tornillos de barrilete, prisioneros, etc…, y después una Dremel que me permitió que todo ajustara a la perfección.



Acabado y puesta a punto:


Ahora os muestro como ha quedado la bicicleta, tras varios meses y paciencia. Ha merecido la pena:

Versión "fixie"

Deseoso de montarla, le coloqué las ruedas, el manillar y los frenos de varilla, recién cromados. Evidentemente le falta la cadena, biela y pedal.

Del montaje lo más costoso fue la colocación de los muelles de los frenos, en el manillar. Conservé la dirección original. El color es verde ingles (RAL 6007) y la ruedas de color crema.





La bicicleta delante de una colección de coches de Tintín.

La única "modernidad", de vital importancia, es que en el buje trasero lleva un cambio incorporado de 7 velocidades con un freno de contrapedal. Esto es básico dado el peso de la bicicleta, la frenada tan delicada que tienen los frenos de varilla y, sobre todo, la cantidad de cuestas que hay en mi ciudad. 

Ahora tan sólo queda encontrar unas abrazaderas cromadas, para asir el cable del cambio a la barra diagonal y disimularla lo más posible. El otro elemento pendiente es el cubrecadenas que estoy esperando que "Bicicletas Leo" me lo suministre.



Detalle del manillar
Detalle del asiento



Y los mas importante de todo, disfrutarla al máximo con mi mujer y mis hijas. En cuanto la lluvia me lo permita….



5 comentarios:

  1. ENHORABUENA POR TU TRABAJO.TE HA QUEDADO PRECIOSA!!! Y POR EL COMIENZO DE ESTE BLOG QUE HOY DA SUS PRIMEROS PASOS.

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  2. La verdad es que en la foto te ha quedado muy chula. Que la disfrutes !!!

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  3. Animo con el bloq !!!. Restauración perfecta, pero ahora hay que probarla en una jornada tipo "Verano Azul".

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  4. Enhorabuena Víctor, tanto por la impecable restauración como por tu blog, que va cogiendo velocidad... Que la disfrutes mucho. Ya me la dejarás probar, eh por eso?
    Vicente

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  5. Estoy con una restauración similar a la tuya y también tengo problema de encontrar tornillos, ¿Donde se pueden comprar?¿Hay posibilidad de que sean inoxidables?
    Gracias

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