Caja de botellas |
Pues bien, os voy a contar algo muy fácil que cumple con lo comentado.
Mi padre, que estaba muy enfermo sabía desde hace mucho que me encantaban las vespas, y mientras más antiguas, mejor.
Inició una colección para regalármela pero desgraciadamente falleció y, cumpliendo con su ilusión, mi madre me la acabó de completar.
Quería que tuviesen un lugar destacado y tras mucho buscar una vitrina y no encontrar nada que me gustase, decidí a hacerla yo mismo.
Para ello cogí una caja más bien plana de botellas, eliminé los separadores y tomé medidas del grosor de los separadores de las botellas y de lo que sería la puerta de la futura vitrina.
Acto seguido desmonte la caja por completo, la encolé y reforcé con pequeños clavos en los ángulos. Entretanto encargué en una cristalería lo que serían los estantes y la puerta de la vitrina.
La parte quizá más laboriosa fue la decoración. Utilicé restos de un papel pintado que tenemos en casa, de una "carta náutica". Hay que recortarlo con las medidas exactas de cada parte y pegarlo (utilicé una solución de cola de madera y agua).
Después ya solo queda colocar los estantes, la puerta y lo más importante: LAS VESPAS.
Este fue el resultado, a ver que os parece:
La parte quizá más laboriosa fue la decoración. Utilicé restos de un papel pintado que tenemos en casa, de una "carta náutica". Hay que recortarlo con las medidas exactas de cada parte y pegarlo (utilicé una solución de cola de madera y agua).
Después ya solo queda colocar los estantes, la puerta y lo más importante: LAS VESPAS.
Este fue el resultado, a ver que os parece:
En un lugar descatado |
¡¡¡GRACIAS PAPÁ!!! ESPERO QUE TE GUSTE
Seguro que le gusta. Un abrazo.
ResponderEliminarSeguro que sí ...
ResponderEliminarUna idea estupenda!
ResponderEliminarHa quedado fenomenal.
ResponderEliminarUn manitas
Víctor la bici ha quedado estupenda, se nota las cosas hechas con ilusión
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